Colombia tiene una extraordinaria oportunidad de dar un "salto de rana" en economía digital, gracias las tecnologías emergentes.
Por Álvaro Montes
Acostumbrados tradicionalmente a ocupar los lugares medios y bajos de las tablas internacionales de adopción tecnológica, los colombianos hoy podemos mostrar algo diferente. Somo el tercer país latinoamericano, después de Brasil y Chile, en el índice Government AI Readiness 2021, que mide la preparación de los gobiernos para utilizar la Inteligencia Artificial. En ese ranking ocupamos el puesto 45 entre 160 naciones.
Hay cinco países asiáticos entre los primeros 20 y la lista es liderada por Estados Unidos, seguido de Singapur, pero nos ubicamos en el top tres regional y con un puntaje de 58.9, estamos por encima del promedio mundial establecido en 47,4 puntos. ¿Qué cosas tienen a Colombia en este lugar privilegiado? Un documento Conpes (el 3975 de 2019) que definió catorce líneas de acción con responsables y tiempos claros, experimentos regulatorios, acompañamiento de expertos internacionales y un número creciente de casos de uso de la IA en el sector público. Y un marco ético para aplicación en proyectos de gobierno, con el que el país se convierte en uno de los primeros del mundo que cumple con el llamado de Unesco para implementar políticas éticas de IA. Puede verse en detalle el Marco Ético colombiano en https://inteligenciaartificial.gov.co/marco-eticos/
Para comprender cómo un país se posiciona en esta clasificación, hay que decir que Estados Unidos, por ejemplo, es el país con mayor número de unicornios tecnológicos y con el más alto número de compañías tecnológicas públicas más valoradas. Es el país con mayor gasto en software y con fondos de inversión en tecnologías emergentes; la IA está en el centro de estas cifras, y es implementada a lo largo y ancho de la economía estadounidense y se irriga en el sector gobierno. En el caso de Singapur, segundo en el ranking, se destaca la determinación del gobierno de ese país para promover la inversión en tecnologías emergentes, y el uso de IA para mejorar la eficiencia de los servicios gubernamentales. Singapur cuenta con un Plan de Gobierno Digital con ambiciosas metas de digitalización de la sociedad.
El experto Armando Guio, asesor de CAF, presentó recientemente cifras importantes que ratifican el liderazgo de Colombia en la región. Somos el país líder en Capacidades para entender los problemas y determinar si las soluciones de IA son las adecuadas, y uno de los tres (junto con Chile y Uruguay) con mayores capacidades para el liderazgo y la creación de un clima adecuado en materia de IA desde los más altos niveles.
El nuevo gobierno del presidente Petro tiene el reto - al menos eso esperan los expertos internacionales - de no solo mantener el esfuerzo público iniciado por su antecesor, sino profundizar el proceso. Guío plantea como pasos a considerar: actualizar la política de Inteligencia Artificial definida en el Conpes; asumir el liderazgo regional en esa materia; definir y medir el impacto social y empezar a evaluar las iniciativas implementadas en los últimos cuatro años. Por último - propone el experto - debería acelerar el uso de IA en el sector público y consolidar una política de Estado. Lamentablemente, no se conocen anuncios del gobierno actual en ninguna de esas direcciones.
Simultáneamente, viene en rápido crecimiento el interés del sector privado en la Inteligencia Artificial y las tecnologías emergentes. El mapa de la Inteligencia Artificial en Colombia, que estamos construyendo en un proyecto que tengo el honor de dirigir, ha identificado y descrito 146 iniciativas (son muchas más, pero ese es el número de casos de uso filtrados y descritos con detalle hasta la fecha) en los segmentos Healtech, Fintech, InsureTech, EdTech, FoodTech y PropoTech, entre otros. Se utiliza la IA en nuestro país en temas tan variados como la cultura y el arte, la memoria histórica y los museos; la predicción de enfermades y el cuidado robótico de la salud; la administración de colegios y el apoyo a los docentes; la entrega de comida a domicilio y la atención a los clientes, entre muchos otros campos.
Asistimos a una explosión de los chatbots y la atención automatizada de clientes, que es aprovechada por EPS y por restaurantes; por alcaldías y por tiendas de ropa en línea. El reconocimiento facial es utilizado por bancos de todos los tamaños, desde el Banco de Bogotá hasta la Caja Social de Ahorros, para facilitar la apertura de cuentas o el manejo de carteras de inversión.
La ciencia de datos es utilizada a fondo por compañías dedicadas a la inteligencia de mercados, las cuales prestan valiosa ayuda al resto de las empresas. Y es interesante ver que, a pesar de la alta concentración de Inteligencia Artificial en Bogotá, hay proyectos funcionando con éxito en Tacueyó (Cauca), en Chía (Cundinamarca) o en Sogamoso (Boyacá), para citar unos ejemplos.
Pero lo más interesante es que la gran mayoría de estos casos de uso utilizan preferentemente - y a veces únicamente - desarrollos propios hechos en casa, con ingeniería colombiana. De ahí la alta demanda de profesionales TIC en nuestra economía. Eso es bueno. Una nación tendrá un lugar prominente en el escenario de la economía digital global cuando produzca tecnologías y no se limite a comprárselas a otros países. Las tecnologías emergentes – big data, algoritmos, Internet de las Cosas, robótica y automatización – empiezan a tomar un lugar relevante.