Gracias al fenómeno Deep Tech, los fondos de capital de riesgo reorientan sus inversiones hacia temas de relevancia social.
En Colombia se están dando los primeros pasos para respaldar a startups que buscan abordar problemas cruciales para el futuro. Mientras hay empresas de renombre mundial dedicadas a desarrollar algoritmos para tareas relativamente triviales, como identificar nuestras canciones favoritas, existen emprendimientos que se centran en cuestiones verdaderamente vitales, como el hambre, la producción de alimentos, la erradicación de enfermedades, la sostenibilidad y la transición energética. Estas son las iniciativas que realmente cambiarán el mundo, y se les conoce como Deep Tech.
Las empresas de Deep Tech desarrollan innovaciones tecnológicas ambiciosas, generalmente basadas en hardware e infraestructuras, respaldadas por avances científicos, para abordar los desafíos más apremiantes del desarrollo humano actual. Entre sus áreas de acción se encuentran la biotecnología, la energía solar y la carne sintética, por mencionar algunas.
Estas Deep tech (tecnologías profundas) tienen el potencial de generar negocios tan exitosos como los enfocados en entretenimiento, la entrega de alimentos a domicilio o los contenidos superficiales en las redes sociales. Poderosos fondos de inversión están destinando capitales significativos a startups que prometen resolver problemas socialmente relevantes mediante el uso de Inteligencia Artificial, big data y machine learning aplicados a áreas como robótica, nanomateriales, vacunas de ARN Mensajero, bioplásticos, vehículos eléctricos y transmisión inalámbrica de energía.
El panorama latinoamericano
Un reciente estudio sobre el fenómeno Deep tech en la región, titulado "Deep Tech, La Nueva Ola", y respaldado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), encontró que Argentina lidera con más de 103 emprendimientos de este tipo, seguida de Brasil y Chile. Entre las empresas más destacadas se incluyen Bioceres, comprometida con la neutralidad de carbono en la agricultura, NotCo, conocida por sus alimentos basados en plantas, y Stamm, que produce bioreactores.
Los defensores de Deep Tech tienen razones de peso para buscar el respaldo de grandes capitales de riesgo, ya que el cambio climático costará anualmente 23 billones de dólares si no se detiene. Con un millón de especies en riesgo de extinción y el 70 por ciento de los adultos convencidos de que sus hijos enfrentarán peores condiciones de vida, la tecnología profunda emerge como la fuente de la sostenibilidad. La premisa es clara: cambiar nuestra forma de vivir con innovaciones significativas o enfrentar la perspectiva de un decrecimiento que nadie desea.
En un escenario donde el 90 por ciento de las startups en América Latina y el Caribe se centran en comercio electrónico y finanzas, un grupo selecto está marcando la pauta en la revolución tecnológica con un enfoque más profundo El 72 por ciento de estas startups del segmento Deep Tech se dedican a la biotecnología y la Inteligencia Artificial, mientras que el resto se aventura en sectores como nanotecnología, tecnologías limpias y tecnologías espaciales.
En la región, 340 startups Deep Tech han recaudado inversiones por valor de dos mil millones de dólares, generando un valor de más de ocho mil millones de dólares. Estas cifras eclipsan el tamaño total del ecosistema de startups en América Latina y el Caribe en 2010, evidenciando el rápido crecimiento y el potencial de este sector. Argentina, Brasil, Chile y Costa Rica lideran con el 90 por ciento de estas startups, pero el informe anticipa que Brasil, México y Colombia ganarán influencia en los próximos años. Destacan casos de éxito como Establishment Labs de Costa Rica, NotCo de Chile y Bioceres de Argentina, valoradas en más de 500 millones de dólares cada una.
El informe también revela un potencial de crecimiento asombroso. Con la inversión de capital de riesgo en Deep Tech estimada en crecer más de cien veces a largo plazo, la región está posicionada para expandirse y diversificarse en el ámbito tecnológico. Factores como la baja inversión por habitante y la participación actual de las inversiones en Deep Tech señalan un terreno fértil para un crecimiento sostenido.
En resumen, el auge de las startups Deep Tech en América Latina y el Caribe no solo representa una evolución en la forma en que abordamos los problemas globales, sino que también ofrece un vistazo al futuro prometedor de la región en el panorama tecnológico mundial. La innovación con propósito está en marcha, y la región está lista para liderar el camino hacia un futuro impulsado por tecnologías avanzadas y soluciones significativas.